miércoles, 6 de agosto de 2014

Acerca de un hecho ominoso

Acerca de un hecho ominoso
               
Medellín es una ciudad interesante en muchos sentidos y con cosas sorprendentes en cultura, arte, desarrollo tecnológico y científico. En ello, la Universidad de Antioquia tiene su aporte, al igual que otras, múltiples, iniciativas individuales y colectivas. Pero en la cotidianeidad, Medellín no deja de ser una ciudad hostil, complicada y difícil. Esta última condición, para alguien como yo que lleva trabajando muchos años en la universidad, y de modo fundamental en el campus de ciudad universitaria, hacía que la llegada a la misma se convirtiera en un halo refrescante y un acicate tranquilizador para el desarrollo de esa actividad llamada trabajo y que ocupa la mayor parte de la vida. Pero con el paso del tiempo, ha resultado lo contrario, y este campus anhelado viene resultando peor que la ciudad que lo rodea. Bueno, allá afuera puede haber sanción para mí y para los otros, y eso morigera un poco mi conducta y la de los otros. Un poco. Pero acá adentro eso no ocurre y eso lo hace más difícil y temido. Asistimos a una desinstitucionalización rápida y sin freno, que opera como consecuencia lógica del aislamiento del mundo que nos rodea. Este aislamiento creemos todos es base constitutiva para la libertad de la que gozamos en este ágora, de modo que el campus sirve a lo mejor y a lo peor, y es obvio que lo peor es más notorio porque daña, porque deja huellas, porque como le pasa a la mayoría de los humanos, por razones muy diversas, resulta más fascinante que un acto bello o un descubrimiento sorprendente.

Las motos, incluida la mía, en el transcurso del mes, salen del campus. Seguramente este se verá transformado, sin embargo lo seguiremos habitando los mismos, que es lo que es verdaderamente preocupante, pues los signos de la desinstitucionalización son múltiples y las motos solo son objetos de uso.

Como motociclista referiré una pequeña anécdota. Llego a un lugar y de manera descuidada parqueo la moto taponando una rampa para discapacitados. Como le ocurrió al Profesor Hernando Muñoz, en ese preciso momento apareció un hombre caminando con dificultad apoyado en un bastón y mi moto por supuesto le impedía continuar su marcha. Me llamó la atención y me avergonzó. Pedí disculpas, le concedí la razón y retiré la moto. Profesor Hernando, me dirijo a usted recordando ese hombre del bastón, y la manera como un hecho formativo se convierte para usted en un hecho ominoso. En nombre de los motociclistas que hemos ocupado el campus le pido disculpas por lo acontecido que ya es un hecho de la llamada vida universitaria. En nombre de una comunidad que no me ha autorizado para escribirle esto, pero que como miembro de la misma siento que debo poner alguna palabra, pido disculpas. Por último, quiero decirle que en lo que hemos compartido creo reconocer en usted un buen hombre y un buen ciudadano, circunstancias que me permiten compartirle esta reflexión: cada día comprendo mejor lo que para mí, transcurriendo los años, viene significando la libertad: sentir vergüenza sin vivir avergonzado, sentir culpa sin sentirme culpable de todo e ir conquistando el pudor y el respeto en el trato con los demás. No está basada en el ejercicio de derechos sueltos y circunstanciales y muchas veces caprichosos. Creo que la única auténtica libertad es la que va conquistando serenidad.

Algún día, Jorge Luis Restrepo, hombre prudente y civilizado, en una conversación o mejor, en coloquio, a manera de confesión me dijo lo siguiente: el problema de esta universidad es estético, y de allí se desprenden la mayoría de los problemas éticos que nos rodean en la universidad.

Profesor Hernando, espero que todos los sinsabores que le ha causado este sencillo acto pedagógico no persistan en usted entorpeciendo su vocación ciudadana y universitaria pues creo al igual que usted, que la universidad no puede ser simplemente el reflejo de la sociedad, que es el discurso que se viene imponiendo, sino que nuestra responsabilidad es exactamente luchar para que el campus establezca la diferencia propendiendo porque este sea usado para lo mejor.

Humberto Acosta M.
Jefe Depto. de Psicoanálisis




¿Qué nos Pasa?


¿Qué nos pasa?

...es una versión de la pregunta que Albert Einsten hizo a Sigmund Freud en 1934, cuando le preguntaba sobre el porque de la guerra y sobre las razones por las que los seres humanos se mataban entre si...del porque eran violentos los unos contra los otros...y de porque no les importa mas que el bienestar individual, a costa del del prójimo. Freud respondió al científico en pocas palabras, diciéndole que nos cuesta la humanidad...conseguirla significa respetar al otro y su diferencia, renunciar a la satisfacción individual para conseguir ciudad, colectividad, espacio público...


En la Universidad de Antioquia, estamos viendo como día a día se impone esta lógica egoísta del uno, lo vemos en los negocios ilegales que crecen, en el irrespetuoso y descarado parqueo de carros y motos en los pasos peatonales, en la obstrucción de los corredores y sitios para el estudio... lo público se ha convertido en espacios privados para los objetos y no para los sujetos que son entonces desplazados y violentados...nos encontramos con que poco importa el respeto al espacio que compartimos, que debe ser de todos, sino que unos pocos se toman la atribución de ser amos de lo público para su satisfacción individual, ultrajando el derecho del otro...eso fue lo que le ocurrió al Vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas: una respuesta violenta ante el llamado que hizo en nombre de la colectividad, de la humanidad, de la universidad como espacio plural, de palabra y de discurso a unos estudiantes, una mujer y un hombre, que como Otros arbitrarios, impusieron su individualidad y amenazaron no solo al Vicedecano sino a toda la colectividad. Esto no lleva más que a la guerra y a la deshumanización.

Rechazo como Decana, y en nombre del Consejo de Facultad, estos hechos y todos los otros actos que como éste, nos someten a todos en el día a día, alrededor del bloque 9...


Gloria Patricia Peláez J.

Decana

Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.

martes, 5 de agosto de 2014

COMUNICADO CONTRA BARBARIE, EDUCACIÓN

 COMUNICADO
CONTRA BARBARIE, EDUCACIÓN

El Consejo de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas expresa su indignación por los hechos acontecidos el pasado jueves 31 de Julio al Vicedecano Hernando Muñoz. La respuesta a un llamado de atención a cumplir las normas no puede tener una respuesta violenta. Hechos como los acontecidos no pueden volver a repetirse.

La Universidad de Antioquia siempre ha sido expresión de la ciudad y del país en el territorio que la ocupa. Nunca se ha encerrado como burbuja y no ha desconocido nunca la realidad de su entorno. Así pues, la violencia callejera, el microtráfico de drogas, el desorden de la economía global, el irrespeto a la vida y la neurosis y el desorden colectivo del tráfico urbano, no nos han sido ajenos. Tampoco el miedo, ni la desconfianza, ni el amedrentamiento. Esto no excusa cualquier negligencia que pueda haber por parte de las autoridades encargadas de la seguridad en la Universidad que pretende ser una de las mejores en investigación, ni en la ciudad que se presume como la más innovadora del mundo.

Sin embargo, mientras esperamos la respuesta, nuestro deber como docentes es entender esta situación y enseñar. Hoy enseñamos que en los casos de agresión los humanos debemos indignarnos, desde Palestina hasta el parqueadero de motos. Que cuando la ciudad parece expresar lo más oscuro de su identidad en la Universidad, debemos apretar más la bandera de la pedagogía sobre cómo relacionarnos y respetarnos en nuestra integridad física y psicológica. Que si nos equivocamos debemos reconocerlo. Y que si lo público peligra nosotros debemos enseñar a utilizarlo.

Al otro se le escucha y en el desacuerdo se le increpa pero no se le agrede. Lo público es de todos y por lo tanto se defiende. Pero sobre todo, que la Universidad debe seguir siendo el espacio de la ciudad y el país en pequeño, pero como laboratorio para aprender a vivir con el otro en el profundo respeto de nuestras diferencias.

Este hecho de la agresión al profesor Hernando Muñoz, debe abrirnos un espacio para enseñanzas permanentes sobre la convivencia en el campus, proponemos generar una cátedra de formación universitaria y para la convivencia, unas acciones y unos mensajes permanentes a la comunidad universitaria, en los cuales se llame al respeto por el otro y por la diferencia, y donde se pueda propiciar una pedagogía para el uso y la apropiación común  de lo público, más allá de la violencia. Nuestras salidas a esta situación no deben ser coyunturales.


CONSEJO DE FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
5 de Agosto de 2014

domingo, 10 de noviembre de 2013

Reflexión sobre la Universidad


Medellín, 10 de noviembre de 2013.

Queridos Estudiantes, asistentes a la asamblea realizada en el Centro Cultural Moravia:

Ayer sábado 9 de noviembre, encontré el COMUNICADO A LA OPINIÓN PUBLICA, que produjeron y que fue divulgado por nuestro servidor Antares.
Tres posiciones “supuestamente estratégicas” se llevan a cabo usualmente ante situaciones como las vividas. La mas recomendada por los “estrategas” es: “no responda, espere”. La otra, opuesta, exige, ordena e intimida al “contrincante” y la respuesta se efectúa con comunicados cortos, poco informativos y construidos con lenguajes “estudiados”, que son vaciados en formas preestablecidas y que responden al cómo debe ser y qué palabras decir. En este tipo de comunicados está cada término blindado, que da cabida solo al siguiente “comunicado”.

Es una forma de comunicación (¿?) que 1. Juzga, 2. Condena y 3. Ordena. Este esquema y estructura del comunicado, generalmente se presta de palabras impositivas y acusadoras, recurre a términos absolutistas que desprestigian al otro que confrontan, y pretenden sobreponer la posición y punto de vista que comunican. La finalidad es desplazar la norma y crear una a su imagen y semejanza. Estos tipos de comunicados quieren además HACER VER a otros, para producir el efecto de sugestión sobre quienes han permanecido indiferentes, y para atraerlos mediante la identificación al grupo opositor del supuesto Otro, que construyen en su ideología porque es necesario un a quien “combatir”.
La tercera forma de comunicado, con la cual me he dirigido a ustedes, puede ser calificada de SIMPLISTA, ligera e ingenua, porque habla a la mayoría, es decir a todos los estudiantes, no solo aquellos que pertenecen a la asamblea o están en colectivos; también a los profesores, y no sólo de este grupo a quienes asisten al claustro, o que pertenecen a asociaciones; también va dirigido a empleados, pues pretende propiciar encuentros, en los espacios legítimos institucionales que lo son por no responder a una imposición sino porque representan un legado y forman parte de la estructura. Este tipo de comunicado, usa la palabra para convocar al encuentro, y parte del respeto al otro, al lugar que cada uno tiene y el papel que le corresponde. Cree que la experiencia se construye solo entre dos, tres y cuatro partes, que están siempre en juego, y no solo de Una de ellas. Sabe además que la “verdad” no pertenece a ninguna, porque la verdad se consigue trabajándola y tratando de aprehenderla en el encuentro y el diálogo. Por esta razón, el día-logo es un logos, un saber construido dinámicamente en el día a día; en la experiencia de intercambio con el otro y los otros.

Este tipo de comunicados no exige sino que propone; no supone o juzga al otro de simple o superficial en los análisis y propuestas plateadas, sino que cree en la enunciación propia de cada sujeto donde descubre otra forma de ver que le interesa, porque cree en el saber y supone que cada parte tiene un trozo de verdad, que nos libra del autoritarismo y totalitarismo que por estructura psíquica el ser humano demanda. Esta naturaleza propia de la verdad favorece nuestra humanización que va en contravía de la verdad absoluta, que no existe, y que en consecuencia no es propiedad de ninguno de los actores en cuestión.
Entonces, porque creo en este tercer tipo, que prefigura la modalidad bajo la cual debemos construir entre nosotros la facultad que queremos, expongo mis puntos de vista frente a cada una de las ideas de los apartados del comunicado de ustedes, estudiantes, que nos enviaron, para contribuir con la configuración del escenario necesario que nos permita establecer el diálogo invocado tantas veces, que está en juego y que con los comunicados no se consigue, tal como lo señalé en mi carta de invitación para el encuentro el próximo martes 12 de noviembre a las 8 a.m. en el auditorio 10-103. Decía en esa carta, que reedito en esta respuesta a ustedes lo siguiente,

“Quiero terminar esta simple reflexión como invitación, con una cita de Orlando Mejía Rivera extraída de su trabajo, publicado en Rebeldía y exilio: Albert Camus (1913-2013) Homenaje en el centenario de su nacimiento, donde dice: “De allí que sus personajes hablen, a veces, como evocando el antiguo lenguaje de los romanos y su fascinación por las formas breves: los epigramas, las máximas y los epítetos(…) es Clamance, protagonista de La Caída y el más explícito personaje kafkiano de Camus, afirmando son sorna y lucidez: HEMOS SUSTITUIDO EL DIÁLOGO POR EL COMUNICADO”
1.       Claro, es responsabilidad del Consejo Superior Universitario velar por garantizar en la universidad la vida académica, la reflexión y el debate. El cierre de las puertas de la universidad tuvo lugar como efecto de otro cierre: el producido por la huelga de hambre. De esta manera queda la pregunta, ¿de qué depende y de quienes un cierre de la universidad? Fuimos testigos por la trasmisión televisiva, que las instancias administrativas y la comisión de estudiantes de la asamblea, estaban en conversaciones sobre los puntos del pliego de peticiones, pero sin tener aún claras las razones, unos estudiantes se declararon en huelga de hambre. Este pasaje al acto, modificó las condiciones del diálogo entre las comisiones. Es fácil criticar al Otro cuando no caen bajo su responsabilidad la vida, el cuidado y protección de toda una comunidad académica conformada por: empleados, profesores, estudiantes, visitantes, extranjeros, jubilados, niños y jóvenes que se encuentran todos los días en el espacio de la ciudad universitaria, además la expectativa de los 45.000 estudiantes aspirantes al examen de admisión, que ingresarían al campus.  

¿De dónde nace la contravía al diálogo, que se critica? ¿Depende sólo de un actor? Si somos analíticos y reflexivos, y creemos en el pensamiento racional y no en la aparición o generación espontánea, propia de un pensamiento animista y creyente, tendremos esbozos de respuesta a la pregunta ¿por qué el cierre de la universidad y quienes son responsables? 

2.       Tengo que citar para su análisis el segundo punto del comunicado de estudiantes, porque además hace eco del comunicado del claustro de los profesores que se pronunció en términos similares frente al comunicado del Consejo de Facultad de Ciencias Sociales y Humanas:

“Rechazamos la estigmatización en que incurren los análisis simplistas y carentes de rigurosidad expresados en los comunicados emitidos desde la Decanatura de la Facultad y el Comité Rectoral, y su tendencia hacia un modelo unidimensional de universidad y pensamiento, impuesto mediante el uso de prácticas autoritarias”

¿A cuál estigmatización se refieren? ¿Acaso preocupa que el comunicado describa que la asamblea está dividida? Cuando los mismos grupos o colectivos de estudiantes, en conversaciones directas con ellos me lo dicen?. Es estigmatización mostrar que la marcha propuesta por la MANE del 16 y 17 de octubre fue desarticulada, porque fueron muy pocos los estudiantes que participaron, debido al paro, que terminó afectando la presencia del estudiantado en el campus?, paro que fue justificado según los mismos estudiantes, por un pliego de peticiones, que ponía de relieve la situación local interna de la Universidad de Antioquia, por encima de la problemática general que la Mane ha asumido y liderado como movimiento estudiantil, en defensa de los derechos de una educación superior digna para todos.
La unidimensionalidad está en creer que La Universidad de Antioquia, es la Única que está reflexionando sobre la problemática de la educación colombiana; y la tendencia que se critica hacia un modelo unidimensional de universidad y pensamiento, impuesto mediante el uso de prácticas autoritarias, está adentro, se trata de una lógica psíquica clara, que el psicoanálisis ha develado y que nombra con el concepto de extimidad: “lo más extimo es lo mas intimo”; o planteado de otra forma:“el exceso del Otro es equivalente al exceso propio”. También un refrán sabio de nuestra tradición devela esta verdad: “dime de qué presumes y te diré de qué adoleces”.
3.       El tercer punto es sorprendente y me preocupa profundamente; es más me divide y me cuestiona ¿de qué se trata la universidad pública?, ¿quiénes están comprometidos en ella y de quiénes depende? Lo público es un derecho colectivo conquistado por todos, y ninguno de los actores puede ni debe acreditarse el derecho de alterar, a su arbitrio, el orden establecido, si no queremos que emerjan AMOS procedentes de diversos lugares: externos, de profesores, de administradores, estudiantes. Por esta razón contamos con estatutos y reglamentos que pueden siempre cualificarse, pero con el concierto de todos los integrantes de la comunidad.

Para lograrlo debemos respetar el lugar que cada miembro tiene en la Universidad. Cada estamento tiene un papel que cumplir y unos procesos que respetar. Cada uno es autónomo y propone al conjunto de los otros; pero cuando se afirma que: es el estudiantado y sólo el estudiantado el que decide cuando suspende o levanta el mecanismo de paro que ha planteado, por lo tanto es él el que llama al retorno a clases y no ninguna de las dependencias administrativas de la Universidad” ¿qué universidad unidireccional queremos? ¿Este es el OTRO del OTRO?

 Como docentes entonces, ¿qué papel tenemos? ¿Qué lugar queda para la universidad como escenario de la experiencia de saber que se da entre el maestro y el alumno? Las clases son lugares de construcción colectiva y política. Y como docente y administradora, puedo y debo convocar a clase, en respuesta a mi deseo, que me sostiene en la universidad trabajando y produciendo para ella, pues creo en su papel Universal. Ese derecho HUMANO, no puede arrebatármelo ninguna figura del Otro que quiera imponerse, por eso convoco a mis estudiantes para que nos reunamos y analicemos qué pasa con nuestra facultad, qué facultad queremos, qué cambios y mejoras podemos en CONJUNTO realizar, encontrándonos en clase.

 Por eso insisto en el llamado, también dirigido al grupo de estudiantes de la asamblea, para encontrar los canales y estrategias de reflexión que propendan por una universidad abierta y reflexionando, que conciba la clase como el espacio privilegiado y único que existe para la construcción colectiva, para evitar cualquier forma arbitraria del Otro que desee irrumpir y dirigir mediante la división, tal como se advierte en el comunicado del Consejo de Facultad; que no todos compartieron.

Por lo anterior y a título personal, como profesora, segura de que puedo equivocarme, pero sin ceder en mi deseo, que es la apuesta ética que el psicoanálisis me ha enseñado, los convoco a clase para que trabajemos por la formación de calidad, que como profesionales responsables de las problemáticas de nuestro lazo social, estamos en mora de retomar; a ustedes como estudiantes me debo, quiero y respeto profundamente, sin ustedes no tiene sentido la universidad, pero tampoco la tiene la falta de maestros, su presencia y palabra. 

4.       ¿Es ilegitimo mi llamado a clase? Se trata de un sabotaje cuando antes de la citación de la asamblea, el Consejo Académico citó para crear espacios de reflexión? ¿De qué lugar viene el saboteo? ¿Quienes quieren sabotear que la universidad trabaje académicamente? ¿Por qué el saboteo sería la invitación a la reflexión, al diálogo y la reprogramación de clases para salvar el semestre? ¿Qué saboteo puede ser la actividad verdaderamente reflexiva e incluyente, con la participación del conjunto de los miembros de la comunidad académica en clase? Este juicio devela la exclusión de muchos, de la gran mayoría, de por lo menos el 90% de la población universitaria, que no está en la universidad, y que la convocatoria a clase trata de atraer para su participación e inclusión en la dinámica que está en juego. 

5.       Refuerzo el llamado que hace el grupo de la asamblea a los estudiantes para que participen en la reunión propuesta para el miércoles 13 de noviembre de 10 a.m. a 1 p.m.; y el jueves 14 de noviembre de 2 a 5 pm. En este mismo horario invito también a los profesores para que por su parte, y dando respuesta al comunicado del claustro, se eviten “confusiones en la caracterización de la organización estudiantil y sus reivindicaciones” y realicen análisis rigurosos y a profundidad sobre la coyuntura actual de la universidad , que nos permitan construir en conjunto salidas a la coyuntura de una parte, y de otra, encontrar estrategias de trabajo de largo aliento que mejoren la vida interna en favor del Bien-Estar que es la finalidad primera de la facultad que queremos.


6.       Me regocija que confirmen la propuesta contemplada en el programa de la facultad que queremos sobre la cual ha insistido esta administración, y que no pudo realizarse por respeto al paro y al movimiento de la Mane. Estamos en mora de cumplir con ella, tal personalmente se dije a varios integrantes de la asamblea y de otros colectivos. Allá estaré con todo el equipo administrativo que es el Concejo de facultad de La facultad que queremos.
7.       Con desconcierto y lamentando la sobre-programación que hace el grupo de estudiantes de la asamblea, de la convocatoria para el 12 de noviembre a las 8 a.m, les reitero la invitación que con una carta personal hice a cada uno de los estudiantes, porque creo en el proyecto de la facultad que queremos, como OBRA colectiva y no como producto de UNO de sus integrantes, la facultad que queremos, es resultado del CORO de todas las voces de los estamentos que la conforman, no solo del hacer y decir del estudiantado.

GLORIA PATRICIA PELÁEZ J.
Docente
DecanaFacultad de Ciencias Sociales y Humanas.
Universidad de Antioquia.


Reconfirmo la invitación reenviando la carta que les dirigí:


Medellín, noviembre 8 de 2011


Queridos Estudiantes y profesores:

Quiero reiterarles con esta misiva personal, la invitación ya trasmitida, al encuentro general el día martes 12 a las 8 a.m, en el audiorio 10 103, para retomar nuestro trabajo universitario y realizar los encuentros de diálogo directo, abierto y franco, que la Facultad que queremos concibe como canal privilegiado para reconstruir los lazos de comunidad académica. Este es el reto histórico que tenemos en nuestro contexto de universidad, de ciudad y de país.
Mi experiencia como analisante, mi práctica como psicoanalista y mi ejercicio como docente me han enseñado que es en el acto de la palabra, en el verbo como acción, donde podemos realizarnos como sujetos. Solo con este acto manifiesto podemos trasmitir ideas, pensamientos y realizar nuestros deseos y aspiraciones, que en conjunto, darán cuerpo a la Facultad que queremos.

Es en el acto creador y de saber que nos propicia la palabra, donde logramos nuestra realización como sujetos, como hablanteseres; por esto la palabra es la única vía de humanización posible. Con la palabra podemos construir o combatir nuestros lazos y hacer de ellos espacios de realización o de muerte. La palabra abre el camino a la vida, a la construcción de una nueva realidad con la participación de todos y cada uno; es ella la que logrará hacer objeción, resistencia a la dinámica del mercado neoliberal que nos conmina al aislamiento, al goce autístico de cada sujeto-consumidor de los objetos, encerrado en su pequeño territorio (habitación), donde está más tranquilo porque no necesita siquiera del cuerpo del otro, de la realidad afuera. Esta condición del mercado interpuesta en la relación al otro, logra distorsionar incluso las aspiraciones humanas al saber, al arte, la ciencia; a la contemplación como diría Aristóteles.
Es justamente en contra de esta realidad, que HOY estamos llamados al encuentro, a retomar nuestro trabajo académico, democrático reflexivo e incluyente que nos hemos propuesto, para conspirar en contra de aquello que favorece un retorno, una repetición de la dinámica de la horda primitiva que tan bellamente Freud ilustró, donde el amo, el padre real, tiránico, sometía a los hijos reservándose el goce. Los hijos de ese padre real, dieron espacio a cada uno, suscribiéndose a la presencia simbólica del la ley que le permite a cada cual el disfrute que estaba reservado para UNO.

El ejercicio de esa ley, que es entonces el derecho al goce de la formación, del arte, de la ciencia, de la universidad, se consigue con el enunciado propio de la palabra y la escucha de los otros, escenario de reencuentro que hará posible la reconstrucción de un tejido social novedoso entre nosotros, y que deberá reflejarse además en nuestra ciudad y país. Este reto nos obliga y está implícito en el nombre de nuestra Facultad, de ciencias sociales y humanas. El significante que nos marca es a la vez demanda que recibimos de los demás que nos confronta y diferencia de otros saberes, tanto como estudiantes (futuros profesionales) y como profesores (profesionales) en el ejercicio del día a día.
Quiero terminar esta simple reflexión como invitación, con una cita de Orlando Mejía Rivera extraída de su trabajo, publicado en Rebeldía y exilio: Albert Camus (1913-2013) Homenaje en el centenario de su  nacimiento, donde dice: “De allí que sus personajes hablen, a veces, como evocando el antiguo lenguaje de los romanos y su fascinación por las formas breves: los epigramas, las máximas y los epítetos(…) es Clamance, protagonista de La Caída y el más explícito personaje kafkiano de Camus, afirmando son sorna y lucidez: HEMOS SUSTITUIDO EL DIÁLOGO POR EL COMUNICADO”

Con afecto,

GLORIA PATRICIA PELÁEZ J.
Docente
Decana
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.

Universidad de Antioquia.

viernes, 8 de noviembre de 2013


Medellín, noviembre 8 de 2011

 
Queridos Estudiantes y profesores:
 
Quiero reiterarles con esta misiva personal, la invitación ya trasmitida, al encuentro general el día martes 12 a las 8 a.m, en el audiorio 10-103, para retomar nuestro trabajo universitario y realizar los encuentros de diálogo directo, abierto y franco, que la Facultad que queremos concibe como canal privilegido para reconstruir los lazos de comunidad académica. Este es el reto histórico que tenemos en nuestro contexto de universidad, de ciudad y de país.

Mi experiencia como analisante, mi práctica como psicoanalista y mi ejercicio como docente me han enseñado que es en el acto de la palabra, en el verbo como acción, donde podemos realizarnos como sujetos. Solo con este acto manifiesto podemos trasmitir ideas, pensamientos y realizar nuestros deseos y aspiraciones, que en conjunto, darán cuerpo a la Facultad que queremos.

Es en el acto creador y de saber que nos propicia la palabra, donde logramos nuestra realización como sujetos, como hablanteseres; por esto la palabra es la única vía de humanización posible. Con la palabra podemos construir o combatir nuestros lazos y hacer de ellos espacios de realización o de muerte. La palabra abre el camino a la vida, a la construcción de una nueva realidad con la participación de todos y cada uno; es ella la que logrará hacer objeción, resistencia a la dinámica del mercado neoliberal que nos conmina al aislamiento, al goce autístico de cada sujeto-consumidor de los objetos, encerrado en su pequeño territorio (habitación), donde está más tranquilo porque no necesita siquiera del cuerpo del otro, de la realidad afuera. Esta condición del mercado interpuesta en la relación al otro, logra distorsionar incluso las aspiraciones humanas al saber, al arte, la ciencia; a la contemplación como diría Aristóteles.

Es justamente en contra de esta realidad, que HOY estamos llamados al encuentro, a retomar nuestro trabajo académico, democrático reflexivo e incluyente que nos hemos propuesto, para conspirar en contra de aquello que favorece un retorno, una repetición de la dinámica de la horda primitiva que tan bellamente Freud ilustró, donde el amo, el padre real, tiránico, sometía a los hijos reservándose el goce. Los hijos de ese padre real, dieron espacio a cada uno, suscribiéndose a la presencia simbólica del la ley que le permite a cada cual el disfrute que estaba reservado para UNO.

El ejercicio de esa ley, que es entonces el derecho al goce de la formación, del arte, de la ciencia, de la universidad, se consigue con el enunciado propio de la palabra y la escucha de los otros, escenario de reencuentro que hará posible la reconstrucción de un tejido social novedoso entre nosotros, y que deberá reflejarse además en nuestra ciudad y país. Este reto nos obliga y está implícito en el nombre de nuestra Facultad, de ciencias sociales y humanas. El significante que nos marca es a la vez demanda que recibimos de los demás que nos confronta y diferencia de otros saberes, tanto como estudiantes (futuros profesionales) y como profesores (profesionales) en el ejercicio del día a día.

Quiero terminar esta simple reflexión como invitación, con una cita de Orlando Mejía Rivera extraída de su trabajo, publicado en Rebeldía y exilio: Albert Camus (1913-2013) Homenaje en el centenario de su  nacimiento, donde dice: “De allí que sus personajes hablen, a veces, como evocando el antiguo lenguaje de los romanos y su fascinación por las formas breves: los epigramas, las máximas y los epítetos(…) es Clamance, protagonista de La Caída y el más explícito personaje kafkiano de Camus, afirmando son sorna y lucidez: HEMOS SUSTITUIDO EL DIÁLOGO POR EL COMUNICADO”

 

Con afecto,

 

Gloria Patricia Peláez J.
Docente
Decana
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.
Universidad de Antioquia.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Hoy la universidad estaba desierta…


30 de octubre de 2013

Hoy la universidad estaba desierta…

 

Hoy 30 de Octubre fue un día duro en la Universidad de Antioquia por dos razones fundamentales: por la soledad de la biblioteca, el museo, los corredores y plazoletas, y por la marca que dejaron dos muertes que no puedo apartar de mi consciencia y me empujan a buscar el sentido que tiene esta coincidencia. Empeñada en traducir el sentimiento que las muertes me producen, afanada por comprender la diferencia entre estos dos desenlaces fatales, me serví de las enseñanzas del psicoanálisis, y recordé que siempre el sentido viene del Otro, que la comunicación está interferida por el maravilloso malentedido que la articulación significante propicia, mostrando que el decir del hablante está regulado por la escucha del Otro.
 
Las dos muertes, dolorosas, enmarcan entonces el des-solado escenario de la Universidad de Antioquia: La primera muerte que se dio y supe, fue la del Maestro, que estremeció mi alma; la segunda, la del joven, que sentí en las entrañas e interrogó mi esperanza.
 
La muerte del Maestro Saúl Sanchez, nos deja una propuesta de vida, nos deja un estilo que seguir porque su verdad conquistada con su trabajo, logró hacer escuela de pensamiento en el departamento de psicología. Saúl también fue conocido en el Instituto de filosofía, y su actividad de enseñante la mantuvo hasta hace poco, porque después de jubilado seguía reuniéndose con sus alumnos a quienes amaba y que lo amaban.
 
La segunda la muerte es absurda, no solo porque se trata de un joven de 22 años que apenas empezaba la vida e iniciaba el camino del saber y que no podemos comprender porque no hay respuesta al por qué actuaba así, ni en qué creía, ni por qué lo hizo. Un enigma nos deja sobre lo que fueron sus deseos, sus preguntas, sus dudas, temores, y angustias; las palabras que no pudo decir quedaron suspendidas sin poder ser escuchadas.

Pero si articulamos las dos muertes que azarosamente se dieron, encontramos a posteriori un sentido, porque ambos son representantes de nuestra comunidad académica. Esta muerte, la segunda, muestra la importancia y el llamado y enseñanza que hace la primera: ese llamado es a la vida, a las posibilidades que existen en el saber, como otra forma de lucha, otra forma de existencia más humana…el saber perdura, y hoy más que nunca, necesitamos ver que lo absurdo de una muerte, prematura, nos remite al maestro que el alma mater requiere para encontrar nuevas formas de convivencia en nuestro lazo social. Y no puedo dejar de preguntarme si la primera muerte, la del maestro, es decir, su falta, no condiciona acaso la segunda muerte, la del joven?

Por esta razón y por otras, seguramente, la universidad está desierta; desierta de certezas que orienten, de premisas que guíen; la universidad está fría porque la muerte hizo presencia, está haciendo presencia. La muerte llegó el mismo día a la universidad para llevarse con ella a dos “representantes” de la experiencia, de dinámica vital que está en juego en nuestra alma mater: al maestro y al alumno. Por eso el escenario del día 30 de octubre de 2013 fue ominoso, por lo paradójico y contradictorio que cada personaje representa: El maestro Saúl, le enseñaría al joven lo que es la vida, y la riqueza que tienen placeres como la lectura, el buen cine, el buen vino y los manjares que se comparten con los amigos; ese maestro que fue Saul para todos, le enseñaría lo que es la humanidad, porque él estaba muy cerca de los ideales griegos, a quienes veneraba: él era sabio y erudito, pero humilde y a la vez apasionado en su discurso; siempre quería saber más y se interesaba por desentrañar en las letras la sabia que nutre el sentido de la existencia. Él como pocos, le mostraría que delicia estaba encerrada en el pensamiento universal, universitario. Su palabra tímida, sin pretensiones, habrían resonado en la psique del joven alumno; habrían tocado esa Psique de la que habló además de Freud, Erwin Rohde, en su bello texto Psique, la idea del alma y la inmortalidad entre los griegos.
 
Y el mayor legado del maestro son sus egresados que lo amaron, y que cuando iba a dictar una clase, se llenaban las aulas que mantuvo abiertas y donde trasmitía, religiosamente, lo que previamente con cuidado obsesivo y compromiso por sus estudiantes, preparaba. Cada clase lo angustiaba, porque su preocupación mayor era no estar a la altura de las preguntas de sus alumnos; y sufría, pero también gozaba estudiando para ellos.
 
En nombre de Saúl, nombre bíblico seguiremos hablando, estudiando, escuchando música, con preferencia opera y el canto gregoriano, para poder seguir creyendo que es posible una universidad culta como el nos enseñó.

Por esa universidad seguiremos, en su nombre, trabajando; por ella llamaremos a los nuevos estudiantes, para que en lugar de morir, vivan para la universidad…en lugar de usar armas, usen los libros, el argumento, la palabra, el canto; para que abracemos a nuestra alma mater sino queremos verla morir ante nuestras acciones.

Necesitamos más alumnos como Saúl, porque siempre fue un estudiante; lo necesitamos para que haya más estudiantes que crean en la vida que el saber propicia y desconfíen de la guerra, la confrontación, la polarización como alternativa universitaria. La Universidad necesita de alumnos que respeten su cuerpo, que no la violen porque esa mujer, esa madre, es la que trasmite el sentido a sus hijos; porque es fuente de vida y de placer; y al discurso, que es su amo, ella se entrega somete toda solo a él, en un acto de amor, en un acto de vida.

 

Gloria Patricia Peláez J.

 

Me desvela lo que pasa en la U...

La pesadilla
Me desvela lo que pasa en la U...el sueño de una facultad abierta y discutiendo sobre lo que cada uno desea como miembro de este cuerpo que es la facultad; de este  espacio y escenario de pensamiento, de palabra, de argumento, de respeto al otro; una facultad, académica, democrática, reflexiva e incluyente...esa que queremos, es esa la facultad que soñamos, esa es la que esperamos!; pero ella se desvanece cuando abrimos los ojos y vemos capuchos, división de la asamblea, imposiciones…cuando vivimos  un facultad dividida, desmembrada, una universidad desarticulada, vacía… cuando vemos la multiplicación de pequeños grupos que se quieren imponer¡ esto nos desvela; nos despierta con angustia, con desconcierto vemos perder el horizonte del sueño que tratamos de hacer realidad!.
La angustia ante esta desarticulación, ante la pérdida del objeto de este deseo de trabajo y de formación, en la facultad que queremos, que quisiéramos, se incrementa al pasar los días y experimentar lo que ayer experimenté al ver en los corredores capuchos armando papas, gritos que exigían salir y evacuar, cierre de corredores que son públicos…en otras palabras experimentar el ejercicio militar, padecer el acto imperialista de esta forma del Otro que se multiplica en diversos colores de capuchas, porque vienen de distintas fuerzas que son iguales, aunque pretendan diferenciarse, son iguales porque sean verdes, rojos, amarillos, negros, blancos, todos y cada uno de ellos cree aún que con las armas se hace la paz!
Esto me desvela, porque no puedo creer que ellos, los jóvenes, seguramente muchos de mis estudiantes que se cubren, crean en la guerra para hacer la paz; crean en que el conflicto se resuelve polarizando, crean que es con las armas y no con el discurso como se hace la revolución!
Me resisto a creer que ellos no quieran construir un nuevo lazo social después de que sus padres, abuelos, hermanos, vecinos han sido han silenciados por las armas, es decir por todas las formas de ejercito que existe en Colombia. Me resisto a creer que ellos Crean en el Dios de la guerra y no en la pasión de saber…y no en construir una consciencia crítica, política que respete al otro…es decir  que no lo violente, lo viole haciéndolo objeto de lo que ellos desean.
Me pregunto y les pregunto: ¡¿Qué facultad quieren, queremos ?! ¡¡Qué universidad quieren, queremos?!
Gloria Patricia Peláez J.
Decana
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
Octubre 23, 3:00 am.